El arte rupestre levantino se caracteriza por ser la representación pictórica de los hombres prehistóricos que poblaban la zona del levante español. Estos habitantes prehistóricos eran cazadores y recolectores y utilizaban las paredes de sus cuevas como improvisados y perpetuos lienzos. Para realizar las pinturas rupestres empleaban colores como el negro, el blanco o el rojo que obtenian con oxido de hierro o de manganeso, carbón o caolín. Estos colores los mezclaban con disolventes y grasas para formar los pigmentos definitivos. Se ha descubierto que utilizaban pinceles y utensilios de pintura y realmente demostraron que llegaron a ser unos expertos ya que sus pinturas han soportado las inclemencias del tiempo durante miles de años hasta nuestros días.
Hoy en día sabemos que la expresión plástica de las formas en las pinturas rupestres y grabados encontrados en la zona comienza en el periodo Cromañón del Paleolítico Superior. Las pinturas rupestres pertenecientes a épocas anteriores no presentan esa definición de las formas y se componen, en su mayoría, de dibujos abstractos que todavía hoy no conseguimos comprender.
Hay que diferenciar el arte rupestre de la zona del Cantábrico con el arte rupestre levantino. En la zona cantábrica las pinturas rupestres se encuentran en profundas cuevas en las que no entra la luz del sol, mientras que en la zona del Matarraña o del arte levantino las pinturas se encuentran normalmente al aire libre. El color característico de las pinturas rupestres levantinas es el rojo debido al gran número de rocas arcillosas de la zona. Otra de las diferencias con el arte rupestre cantábrico es que en las pinturas rupestres del Matarraña encontramos figuras humanas esquematizadas y la representación de escenas de la vida cotidiana en las que los hombres dominan a los animales siempre que aparecen juntos.
La comarca del Matarraña se encuentra incluida en el Arco Mediterráneo, debido a su ubicación cercana a las serranías de la costa levantina.
En el año 2001, las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Son varias las localidades de la zona del Matarraña en las que podemos encontrar pinturas rupestres Beceite, Calaceite, Mazaleón, Cretas y Fuentespalda.
La comarca del Matarraña ostenta el honor de ser la primera comarca española en la que se encontraron restos de pinturas rupestres. Estos hallazgos fueron realizados por el arqueólogo Juan Cabré, natural de Calaceite, en el Barranco de Calapatá en el año 1903.
Hasta este descubrimiento, el arte rupestre de la península era totalmente desconocido por lo que este hecho hizo que se conociera la comarca del Matarraña en toda España y Europa. En los primeros años del siglo XX fueron muchos los científicos españoles y europeos los que viajaron hasta los Puertos de Beceite para seguir los pasos del arqueólogo calaceitano Juan Cabré.
Los mayores descubrimientos de la época se produjeron en la Roca dels Moros y en Els Gascons, aunque hoy en día estos hallazgos no se encuentran en su ubicación original. Las pinturas rupestres de la Roca dels Moros están conservados en el museo de Arqueología de Barcelona al que se vendieron después de ser extraídas de la roca.
El arte rupestre del Els Gascons se perdió completamente durante su extracción. Hay que mencionar que la extracción de estas pinturas se realizó para garantizar su conservación aunque en algún caso no se consiguiera el objetivo deseado.
Se encontraron una gran cantidad de pinturas rupestres repartidas por toda la comarca. En Mazaleón se descubrieron en Els Secans en el año 1917 y en Las caídas de Salbime en 1920. En ambos casos los descubrimientos de estas pinturas llevaron a su destrucción.
En los barrancos de los Puertos de Beceite y de la cuenca del río Matarraña los hombres prehistóricos encontraron un hábitat ideal. En esta zona se encontraron con numerosa fauna y vegetación así como la protección de los puertos. Es por esta razón, por la que, en los Puertos de Beceite y la comarca del Matarraña, se encuentran una gran cantidad de pinturas rupestres y hallazgos prehistóricos.
Los habitantes prehistóricos de la comarca del Matarraña elegían las rocas areniscas de la cuenca del río, al abrigo del barranco, para plasmar sus pinturas rupestres. En estas rocas los hombres prehistóricos dibujaban figuras de los animales de la zona y sus métodos de caza, se encuentran también numerosas figuras humanas.
Son especialmente significativas las zonas en las que se encuentran las pinturas rupestres, ya que los hombres prehistóricos que habitaban los Puertos de Beceite, solían realizarlas en las zonas en las que vivían y cazaban. Por esta razón la mayoría de las pinturas rupestres del Matarraña se encuentran al abrigo de cuevas o en zonas de caza. Mediante estas pinturas los hombres prehistóricos comunicaban sus zonas y técnicas de caza a sus congéneres y a las nuevas generaciones.
Una gran parte de los hallazgos de arte rupestre en los Puertos de Beceite se concentra en el barranco de Calapatá, unos cinco kilómetros al noroeste de Cretas. Algunas de las pinturas rupestres más importantes se encuentran en la Roca dels Moros, la Font de la Bernarda, Els Gascons o el Mas del Abogat, o la Vall dels Figuerals en Fuentespalda.
En la pintura rupestre de la Roca del Moros se encontraban algunas de las pinturas rupestres más importantes de la zona del Matarraña. En esta pintura podían verse tres ciervos de los cuales dos estaban de pie y el tercero tumbado.
Los tres ciervos se habían pintado marcando primero la silueta del animal y más tarde rellenando el interior de color rojo oscuro. Al lado de los ciervos se encontró también un toro pintado de color rojo más claro. En otras pinturas situadas justamente a la derecha de estas se observa la parte trasera de un ciervo. La mayoría de los dibujos se pintaban de color rojo tierra ya que se asemeja muy bien al pelaje de estos animales y es un color que puede encontrarse fácilmente debido a la gran cantidad de piedras arcillosas que hay en la zona.
En el hallazgo de Els Gascons, que lamentablemente se destruyo en los intentos de extracción para su conservación, se encontraron también una gran cantidad de dibujos. En estas pinturas rupestres podíamos ver dos ciervos, ovejas, caballos y hasta arqueros. Gracias a los calcos del arqueólogo Juan Cabré conocemos todos estos datos ya que hoy en día hasta los calcos de este famoso arqueólogo están desapareciendo.
Las pinturas rupestres de la Font de la Bernarda datan de épocas posteriores, probablemente de la Edad del Hierro ya que en los dibujos se adivinan dos espadas.
Aparte de las pinturas antes comentadas del barranco de Calapatá, en la comarca del Matarraña, se encuentran otros muchos asentamientos prehistóricos. En el término de Calaceite está el hallazgo de Els Secans. Las pinturas de este asentamiento se han perdido completamente en los últimos años aunque aun se conservan los calcos y los dibujos realizados por el arqueólogo Juan Cabré.
En las pinturas de Els Secans se podía ver un arquero caminando vestido con unos calzones y delante de este dos hombres más pequeños con sendos arcos. También se podía observar detrás de estos dibujos un esquema de un animal de cuatro patas que se cree que podría ser un jabalí.
En el término de Fuentespalda encontramos el asentamiento de Els Figuerais. En estas pinturas rupestres se observa de forma incompleta la parte trasera de un ciervo. También en Beceite se han encontrado restos de pinturas rupestres. El hallazgo de Beceite se ubica en el nacimiento del río Matarraña en un emplazamiento llamado La Fenellosa. En estas pinturas se conservan dibujos de figuras humanas y animales, podemos ver dos hombres a caballo seguidos por una tercera figura humana de sexo desconocido. Estas pinturas datan probablemente de épocas posteriores, seguramente de la Edad de Hierro o Bronce.