Coincide con el casco histórico de Fuentespalda, el cual se ha recuperado con pavimentos tradicionales.
Todavía es posible seguir con bastante precisión los límites de la antigua villa medieval de Fuentespalda, situada en lo alto de una pequeña elevación de terreno, a modo de cresta, que destaca levemente de su entorno inmediato y junto a la cual se encuentran varias fuentes naturales. En el siglo XV la villa de Fuentespalda tenía 85 casas cuya huella todavía parece adivinarse en el urbanismo de su centro histórico. La pequeña población, de marcado carácter rural, estaba rodeada de una muralla que en algunos tramos estaría formada por las propias traseras de las viviendas. En esta muralla se abrían varias puertas algunas de las cuales serían transformadas posteriormente en portales capillas (portales de San Francisco Javier y de San Antonio). En ambos extremos de la calle Mayor debieron existir también dos portales, uno de ellos, el portal de la Virgen del Carmen, conserva todavía sus dos arcos apuntados. El otro debió desaparecer con las reformas de la zona oriental de la población a mediados del siglo XVI cuando se construyó la Casa de los Belsas y se debió reformar la Plaza. Esta gran casa palaciega, construida con sillería, se adapta a la tipología del palacio aragonés y constituye uno de los edificios más importantes y singulares de la localidad.
Más información:
«Catálogo Monumental y Artístico del Bajo Aragón»
(Fundación Quílez Llisterri)
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